
Cómo guardarlo
Después de usar tu kimono, cuélgalo del revés en una percha para que respire durante la noche antes de guardarlo. Asegúrate de que esté protegido de la luz solar directa y la humedad mientras se airea.
Una vez ventilado, dobla el kimono siguiendo las costuras y pliegues originales para evitar la formación de nuevas arrugas. Los kimonos conservan mejor su forma cuando se doblan en lugar de colgarse durante el almacenamiento.
De nuevo, guarda tu kimono en un lugar sin exposición directa al sol y con baja humedad.

Limpieza de seda
La seda tiene la capacidad natural de repeler la suciedad y los microorganismos, por lo que simplemente ventilar la prenda es suficiente para mantenerla limpia con un uso regular.
Es importante no lavar tu kimono de seda en casa, ya que la tela podría encoger, transferir o perder su color.
Si tiene alguna mancha, se recomienda limpiarla suavemente con un paño de algodón ligeramente humedecido con un poco de quitamanchas para seda. Evita el uso de agua, ya que esto podría dañar aún más la prenda.
La limpieza en seco es una opción ocasional que debe consultarse con el profesional y tener en cuenta que los kimonos más antiguos de 1960 son más delicados.

Limpieza de algodón (yukatas, etc)
Puedes lavar el yukata a mano o, si prefieres, ponerlo en una bolsa de malla y lavarlo a máquina con detergente.
Al reducir el tiempo de centrifugado y dejarlo secar a la sombra, el peso del agua ayudará a que se eliminen las arrugas, evitando así la necesidad de plancharlo.

Planchado
Las arrugas no deseadas se pueden quitar con una plancha de vapor tradicional, pero es importante planchar lo menos posible, ya que el calor puede dañar la seda con facilidad.
Ten cuidado de evitar que el vapor de la plancha entre en contacto directo con la tela, ya que podría dejar manchas.
Nunca planches las zonas bordadas.
Además, el planchado puede ayudar a eliminar olores que puedan surgir con el tiempo, especialmente después de un período largo de almacenamiento.

Consejo
Evita usar el kimono cuando esté lloviendo, ya que los kimonos vintage son muy sensibles al agua y pueden dañarse con facilidad.